Nada parece haber cambiado en los mercados, aún cuando está probado que el COVID-19 que ya mató a 33.000 personas nació en uno de esos lugares.
Así lo indica un corresponsal del Daily Mail en el país asiático que ha visitado mercados de alimentos en la zona de conflicto del COVID-19 en China. Lejos de tomar medidas para no repetir errores del pasado, se continúan vendiendo murciélagos y carne de animales cubiertos de sangre y suciedad sin que se cumplan los estándares de higiene necesarios para su venta.
Los murciélagos creen los expertos junto a escorpiones y otras especies que fueron el tipo de carne que causó el brote inicial que se produjo en Wuhan. Sin embargo, lejos de controlar la venta de estos animales, en los mercados se siguen vendiendo como si nada hubiera pasado en este inicio de 2020 que el coronavirus ha golpeado a toda la geografía mundial.
El medio británico lo comprobó en un mercado de Guilin, que vio cómo miles de clientes acudían en masa a estos mercados donde se vendía este tipo de carnes, que se apilaban en jaulas de diferentes especies una encima de la otra.