El presidente se enfureció con el Banco Central, la ANSES y el sindicato bancario por la atención a los jubilados. Hubo largas colas en medio de la pandemia de coronavirus.
Este viernes, en plena cuarentena obligatoria por la pandemia de coronavirus, miles de jubilados hicieron colas larguísimas en todo el país para cobrar sus jubilaciones. Muchos de los adultos mayores pasaron la noche en la calle y algunos de ellos se descompensaron y tuvieron que ser auxiliados por personal médico.
Ante este panorama, cerca de las ocho de la mañana, el presidente Alberto Fernández se comunicó con Miguel Pesce, titular del Banco Central, y le manifestó su bronca por la situación que se estaba viviendo. Inmediatamente, Pesce redactó la resolución que ordenaba la apertura de los bancos durante el próximo fin de semana y habló por teléfono con Sergio Palazzo, secretario General de la Asociación Bancaria, quien se negaba a que abrieran las sucursales en medio de la pandemia.
Así, Palazzo tuvo que ceder cuando vio las largas colas en los bancos de todo el país y cuando escuchó a Alberto Fernández. El presidente lo hizo responsable por el maltrato a los jubilados, pensionados y beneficiarios de planes sociales que pasaron la noche sin dormir en la calle.
De esta manera, dos semanas más tarde de que se estableciera la cuarentena obligatoria, Palazzo aceptó que se abrieran los bancos para que todos pudieran cobrar sus jubilaciones y la ayuda del Estado.