Mark David Chapman, el homicida que le quitó la vida a uno de los músicos más importante del siglo XX, reveló porque utilizó este tipo de balas 38 años después del asesinato.
El 8 de diciembre de 1980 a las 22:50 hs. en la entrada del Dakota, departamento de Nueva York donde vivían John Lennon y Yoko Ono, Mark David Chapman disparó cinco veces contra John Lennon por la espalda, de las cuales cuatro balas impactaron en espalda y hombro izquierdo.
Minutos más tarde el ex beatle moriría camino al Hospital Roosevelt y el mundo entraría en conmoción. Por su parte, Chapman se había quedado en el lugar contemplando lo sucedido. Increíblemente, esa tarde Lennon le había firmado a su asesino una copia de Double Fantasy, el último álbum.
Chapman, quien fue condenado a prisión de por vida, obtuvo la posibilidad de pedir libertad condicional una vez cumplido los 20 años de sentencia. Desde entonces cada año pide ese beneficio, el cual nunca fue otorgado.
Durante la última audiencia en agosto de este año, Chapman reveló que utilizó munición especial para asesinar a quien era «si ídolo»: «Cargué esas balas para asegurarme de que estaría muerto. Fue inmediatamente después del crimen que me preocupé de que él no sufriera», aseguró el asesino. Además, Chpaman contó que luego lo invadió un remordimiento inmediato. El mismo que lo persigue hasta hoy día. «Cada año que pasa siento más y más remordimiento».
Según el análisis balístico de la policía describió al arma como un revólver calibre 38 y las balas eran de punta hueca diseñadas para ser especialmente destructivas.