El país sudamericano vive una semana de protestas violentas en la que los manifestantes se cruzan con las fuerzas de seguridad y por la que ya hay dos muertos.
Ecuador atraviesa horas complicadas tras las medidas de ajuste económico que acordó el gobierno con el FMI y que desencadenaron una ola de protestas violentas. Los manifestantes se enfrentan con las fuerzas de seguridad y ya hay dos muertos según medios locales.
Por esta escalada de protestas que incluye una huelga general y una gran movilización convocada por las comunidades indígenas en Quito, el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, debió verse forzado a mudar la sede de gobierno a Guayaquil.
Los manifestantes reclaman que se dejen sin efecto las medidas anunciadas la semana pasada, que incluyeron la eliminación del subsidio estatal a varios combustibles, que regía desde hace más de 40 años. También piden que no sea enviado al Parlamento el paquete de reformas laborales y tributarias que anunció Moreno, incluido el acuerdo de ajuste firmado con el FMI.
Las protestas comenzaron con los transportistas, que dejaron el país paralizado, después se sumaron estudiantes y finalmente indígenas, quienes bloquearon la circulación de autos en las rutas.