En 2019, el país subió 19 lugares en el Índice de Transparencia Internacional. Fue la mejora más significativa desde 2012. La medición se centra en el sector público.
En el último año del gobierno de Mauricio Macri, la Argentina mejoró su posición en el ranking anual de percepción de la corrupción en el sector público, elaborado por la organización no gubernamental Transparencia Internacional (TI).
Nuestro país pasó del lugar 85 en el ranking de 2018 al puesto 66 el último año, entre los 180 países analizados por TI para el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) 2019. La medición se hace en base a encuestas de distintas instituciones internacionales realizadas a inversores y especialistas sobre cómo perciben la corrupción en el Estado.
El ascenso en el ranking es el más importante de los últimos ocho años, sin embargo el ascenso se explica no sólo por los méritos propios de un país, sino también en relación al resto de los países, en una edición del índice que revela que muchos bajaron su puntuación.
Argentina consiguió 45 puntos sobre 100 posibles, 5 más que en 2018. En la escala utilizada, 0 puntos implican que un país es percibido con una corrupción elevada, mientras que 100 puntos que el país es percibido como muy transparente.