Fue una serie de explosiones en simultáneo en varios hoteles de la capital y en tres iglesias donde se celebraba el Domingo de Pascua.
Este domingo Sri Lanka, un pequeño país asiático ubicado al sur de la India, vivió uno de los ataques más mortíferos que conoció el mundo desde el 11 de septiembre de 2001, cuando ocurrió el atentado a las Torres Gemelas.
El ataque dejó al menos 290 personas muertas y otras 500 que resultaron heridas. Fue tras una serie de explosiones en simultáneo en varias ciudades de Sri Lanka. Los objetivos fueron varios hoteles de la Capital, Colombo, y tres iglesias donde la minoría cristiana celebraba el Domingo de Pascua.
En total, se registraron ocho explosiones, en tanto que la policía ya arrestó a 24 sospechosos. Por el momento, nadie se atribuyó el ataque, aunque el país apunta a un grupo yihadista nacional como responsable de los atentados, con ayuda de una red internacional.
El presidente, Maithripala Sirisena, dijo que pedirá ayuda internacional e informó: “Los informes de inteligencia indican que organizaciones terroristas extranjeras están detrás de los terroristas locales”.